Por esto le dan gelatina a los enfermos en los hospitales… cuando sepas el motivo quedarás en shock!!

La gelatina es uno de los postres preferidos por todos:

















niños, jóvenes y adultos somos felices comiendo esta rica mezcla. Pero pocos sabemos lo que realmente es este postre y los grandes beneficios que tiene para nuestro organismo.
La gelatina es producto de la síntesis de la piel y los huesos de animales como los cerdos y las vacas para poder obtener sus proteínas. Y, se recomienda consumirla porque ayuda a evitar lesiones y a reforzar el organismo.
Para que la gelatina pueda ser conservada debe mezclarse con algunos químicos y colorantes. Por eso la mejor opción para mantener tu salud en orden es consumir las que son de origen orgánico o puedes prepararla tú mismo con ingredientes que tienes en casa.
Por la gran cantidad de proteínas que estas poseen les son servidas a los pacientes en los hospitales. Estas ayudan a recuperar los nutrientes que ha perdido el cuerpo durante el período de enfermedad.
¿Cómo te ayuda este postre?
⦁ Contiene un aminoácido llamado arginina que refuerza y repara tus tejidos musculares.
⦁ Eleva las defensas de nuestro cuerpo.














⦁ Mejora enfermedades cutáneas gracias a su alto contenido de colágeno.
⦁ Estimula las funciones del metabolismo sin aportar grandes cantidades de grasa.
⦁ Mejora el proceso digestivo.

¡Dile adiós a la gelatina procesada! Te recomendamos hacerla tú mismo, siguiendo estos sencillos pasos lograrás tener un postre sin químicos que mejorará tu salud de forma sabrosa.
Ingredientes:
















1 taza de té verde (o la infusión de tu preferencia)
3 cucharadas de gelatina sin sabor
1 taza de jugo de uvas o fresas
1 taza de jugo de naranja recién exprimido
Miel o edulcorante para endulzar
Preparación:
En una olla a fuego lento colocar el té previamente endulzado. Agregar la gelatina sin sabor hasta que se disuelva por completo. Retirar del fuego y dejar enfriar, una vez frio agregar el jugo de uvas o fresas y el de naranja y mezclar muy bien. Verter en un recipiente, cubrir con papel film y refrigerar por tres horas o hasta que solidifique y consumir.




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