La causa principal es un disco vertebral afectado. Sin embargo, también puede deberse a falta de magnesio, complejo B o acumulación de sustancias toxicas de nuestro cuerpo en las articulaciones. Si quieres evitar el uso de analgésicos y antinflamatorios los cuales causan muchos efectos secundarios, o no tienes la posibilidad de realizar terapias alternativas como la acupuntura, existen varios remedios naturales para esta afección:
Compresas frías/calientes: los primeros 2-3 días de la terapia deben hacer en frio, para lo que debes envolver en una toalla una bolsa de hielo o de vegetales congelados y colocarlo en la zona afectada por 20 minutos varias veces al día. Luego puedes hacer el mismo procedimiento pero con compresas calientes y alternar si el dolor es persistente.
• Árnica: aplicar en la zona donde siente dolor.
• Sauce: macerar 50 gramos de corteza en un litro de agua durante la noche. A día siguiente, hervir por 15 minutos y dejar reposar. Finalmente debe pasar la preparación por un colador y beber 3 tazas por día (preferiblemente después de las comidas).
• Cúrcuma: es una hierba con propiedades antinflamatorias comprobadas. Puedes aplicar en la zona afectada una especie de ungüento a partir de la mezcla de cúrcuma, aceite de mantequilla y otras hierbas como gaitero longum y raíces del género Allium.
• Jugo de papas y de apio: la receta es sencilla, el problema es que requiere de un extractor para poder obtener el jugo de apio y papas suficientes para beber un vaso diario
Té de apio: colocar varias ramas de apio, previamente lavadas, en una olla con agua hirviendo. Bajar el fuego y controlar hasta que el agua se torne verde. Beber alrededor de dos tazas diarias.
• Cola de caballo: tres tazas diarias de una infusión de cola de caballo ayudan a limpiar y desinflama las vías urinarias, eliminar el ácido úrico y otras toxinas que se acumulan en las articulaciones y el organismo (una de las posibles causas de la inflamación del ciático)
Leche y ajo: machacar dos dientes de ajo en media taza de leche y beber sin masticar los el ajo. Ingerir una vez por la mañana y otra por la noche.
Leche y ajo: machacar dos dientes de ajo en media taza de leche y beber sin masticar los el ajo. Ingerir una vez por la mañana y otra por la noche.