“Apóyate en mí” la maravillosa historia de Bella y George

Bella tiene 10 años y padece el Sindrome de Morquio. Si logra caminar a día de hoy es gracias al apoyo que le presta su Gran Danés, un maravilloso animal entrenado desde cachorro para ser las piernas, el corazón y el sincero confidente de niños con enfermedades degenerativas.
Cuentan sus padres que la conexión entre Bella y su perro George fue casi inmediata. Sus dos almas encajaron al instante para formar el mejor equipo del mundo, ese que le permite a la niña ir a clase con normalidad, y encontrar la fuerza con la que someterse a sus continuas operaciones y pruebas médicas.
Los perros se han convertido en los últimos años en los mejores terapéutas para niños y adultos con problemas. Son grandes asistentes con una fidelidad admirable, con una inteligencia maravillosa para ser auténticos mediadores en el duro trabajo de la superación personal.
George, este Gran Danés de poco más de un año y medio, forma parte del “Service dog project“, programa destinado a proporcionar ayuda a personas con movilidad reducida. Un ejemplo más de los beneficios de este tipo de terapias con animales que hoy queremos compartir contigo.

Bella y George: descubriendo el mundo sin muletas

Bella padece lo que se conoce como una enfermedad rara. El Síndrome de Morquio cursa con un desarrollo anormal de los huesos, especialmente en la columna vertebral. Con apenas 10 años, esta niña de Massachusetts, se vio ya haciendo uso de las muletas y la silla de ruedas.
Para intentar frenar el avance imparable de la enfermedad, Bella se ha sometido ya a nueve operaciones. Además, cada semana, debe ingresar en un hospital para someterse a una terapia de reemplazo, con la cual, conseguir que su organismo logre descomponer las cadenas largas de las moléculas de azúcar, y mejorar así su calidad de vida.
Ahora bien, el hecho de verse en silla de ruedas y pasar más tiempo en un hospital que en clase, hizo que Bella, dejara de luchar. Su fuerza se apagó y fue entonces cuando “Service dog Project”entró en escena. Se trata de un proyecto humanitario donde se entrenan a perros de raza Gran Danés para ofrecer ayuda a personas con graves problemas de movilidad.

Lo que hizo este animal de noble mirada fue sencillamente mágico. George le devolvió la sonrisa a Bella y la apartó de sus muletas y la silla de ruedas. Desde entonces, la niña acude a clase apoyándose en su perro, y cada semana, cuando va al hospital, George se tumba junto a su amiga en la cama. Son inseparables.

Los beneficios de las terapias con perros

Iniciativas humanitarias como las llevadas a cabo en Massachusetts deberían sin duda verse con más frecuencia en todo el mundo. Si bien es cierto que poco a poco se está instaurando con más fuerza la figura del perro como agente terapéutico en niños con deficiencias físicas o psíquicas, existen más campos asistenciales que hemos de tener en cuenta.

Terapias con perros en enfermos de Alzheimer

Pacientes con enfermedades neurológicas degenerativas también se ven muy beneficiados de la convivencia con perros:
  • Les ayudan a mitigar al sensación de soledad y aislamiento. El contacto con el perro despierta las emociones del enfermo de Alzheimer y les hace más receptivos a la realidad.
  • Según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Nebraska, la introducción de una terapia con perros en una residencia, proporciona a los enfermos de Alzheimer “un ancla” para el recuerdo.
  • Los perros mejoran su atención y les inducen a ser más comunicativos.

Perros asistenciales para niños con autismo

Las iniciativas para desarrollar terapias asistenciales con perros en niños con autismo, están originando un éxito muy interesante.
  • La terapia con animales es una vuelta de tuerca a las estrategias más tradicionales en el trabajo con niños autistas.
  • Gracias a los perros se pueden facilitar la adquisición de nuevas conductas. Los animales se alzan no solo como refuerzos positivos, sino como guías o agentes que “modelan” determinadas actividades.
  • Los perros son grandes elicitadores de emociones positivas que hacen que el niño con autismo, esté más receptivo y motivado.
Para concluir, estamos seguros de que en los próximos años las terapias con perros (y otros animales) nos ayudarán a mejorar la calidad de vida de muchas personas. La nobleza de estos animales, y ese “sexto sentido” a la hora de prestar asistencia y saber conectar emocionalmente con la persona, es sin duda algo de lo que todos deberíamos aprender.
La historia de Bella y George es solo un pequeño ejemplo de cómo un animal es capaz de convertirse en el mejor agente terapéutico de un niño que ve ahora el futuro con otros ojos y con un apoyo que le da fuerzas e ilusiones.

fuente: La mente es maravillosa

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