Podemos definir la epilepsia como un trastorno neurológico que predispone al cerebro para generar convulsiones frecuentes, afectando no solo el aspecto neurobiológico, sino también lo cognitivo y psicológico. Esta enfermedad no tiene edad ni sexo, puede aparecer en cualquier momento, y quienes llegan a padecerla suelen ser estigmatizados socialmente.
Esta afección no esta asociada a ninguna enfermedad contagiosa o retraso mental, tampoco implica que padecer un ataque epiléptico pueda desarrollar alguna enfermedad mental, sin embargo, personas con retraso mental pueden presentar episodios epilépticos; generalmente esta afección se presenta en niños y en adultos luego de los 65 años. Esta enfermedad es frecuente en países subdesarrollados y muchos no llegan a recibir el tratamiento adecuado.
Las convulsiones epilépticas son breves movimientos involuntarios que van desde afectar una parte del cuerpo, a afectar el cuerpo totalmente, se puede perder el control de los esfínteres y también se puede producir pérdida de la conciencia. Las convulsiones se deben a descargas eléctricas excesivas de un grupo de células cerebrales. Se puede producir en diferentes áreas del cerebro y estas convulsiones pueden pasar de ser desapercibidas a convulsiones graves.
LO QUE DEBES SABER DE LA EPILEPSIA
La epilepsia es difícil de diagnosticar, un solo episodio convulsivo no significa epilepsia, ya que a lo largo de nuestra vida podemos padecer al menos una convulsión. Debe ocurrir por lo menos dos convulsiones que no han sido provocadas. Las características que tienen los ataques varían, los síntomas pueden ser:
- mareos
- rigidez muscular
- desconexión con el entorno
- dificultad para hablar
- convulsiones
Las causas de la epilepsia pueden ser:
- Causas hereditarias: si alguno de los padres ha padecido de crisis convulsivas.
- Estado de maduración del cerebro: Las convulsiones epilépticas en niños son diferentes a las de los adultos.
- Lesión cerebral: Lesiones como tumores cerebrales, alzheimer, encefalitis, meningitis, entre otros.
- Reparaciones incorrectas: El cerebro puede intentar reparar daños causados y al hacer esto puede hacer conexiones neuronales que incorrectas que pueden producir epilepsia.
