Hoy en día ya ni muchos católicos creen en los milagros, cuando estos suponen una de las pruebas más importantes para defender la existencia de Dios ante los ateos.
Pero no sólo esto, los milagros también suponen garantías que hacen crecer nuestra Fe ganando confianza en las promesas de Vida Eterna que Dios nos ha regalado a través de su Hijo Jesucristo.
“Con tan solo 18 años, apunto de entrar a la universidad y con un hombre que acababa de dejarla al enterarse de su embarazo, Mariana se sentía desesperada ¿Cómo iba a decírselo a su familia? ¿Qué iba a pasar con su vida? ¿Cómo iba a continuar sus estudios con un bebé y sin el apoyo de nadie? ¿Qué iban a decir y pensar los demás de ella? sencillamente la joven se sentía perdida, por lo que con la ayuda de unas amigas consiguió diversas pastillas para perder al bebé.
Mariana le pidió permiso a su mamá para quedarse a dormir en casa de una de sus amigas, pues supuestamente se reunirían como parte de su despedida del bachillerato, razón por la que la mamá aceptó prácticamente sin hacer ninguna otra pregunta.
Las tres chicas se reunieron en la casa de una de ellas, pues sus papás estaban de vacaciones y esta se encontraba sola con sus dos hermanas, quien por cierto, salía todas las noches.
Decidida a perder a su hijo, Mariana se tomó las pastillas y se recostó en el sillón a esperar que todo pasara. Cinco horas más tarde, la chica comenzó a sentir muy fuertes dolores y de pronto se le vino una severa hemorragia. Asustadas por la situación, las amigas de Mariana la acompañaron al baño a esperar a que todo pasara, sin embargo, las horas pasaban y pasaban y el dolor no parecía disminuir.
Afortunadamente la vida de Mariana parecía ya no correr peligro, por lo que dos días después fue dada de alta y pudo regresar a su casa. Los días pasaban y pasaban y aunque la joven continuaba con una gran molestia y dolor, prefirió no decirle nada a su madre por la enorme vergüenza que sentía, sin embargo, ocho días después el dolor se había vuelto insoportable, por lo que no le quedó otra opción que hablar nuevamente con su mamá.
Preocupadas, ambas mujeres fueron a otro hospital en donde se llevaron la sorpresa más grande del mundo. 10 días después de haberse practicado el aborto, los médicos escucharon latidos en su vientre. Mariana estaba embarazada de gemelos y durante el aborto solo había perdido a un bebé.
Aunque su embarazo fue diagnosticado de alto riesgo, afortunadamente su pequeño nació bien y Mariana ahora intenta ser la mejor madre del mundo. Actualmente continua con sus estudios y aunque batalla para mantener a su hijo y continuar en la escuela, hoy asegura que se arrepiente por lo que hizo, pero está segura de que Dios le dio una segunda oportunidad y que su hijo es producto de un milagro, pues no entiende cómo el doctor que la atendió durante el aborto no se dio cuenta y cómo a pesar de las pastillas que tomó su hijo se aferró a la vida y no le pasó nada.
Ángel, su bebé, es un niño saludable y feliz, mientras que Mariana se considera la mujer más afortunada y afirma que hoy por hoy, daría la vida por su hijo… Mariana es una de las tantas mujeres que tras sentirse acorraladas y sin el apoyo de nadie ante un embarazo, deciden irse por el camino fácil sin imaginar que al acudir a clínicas clandestinas o tomar diversos medicamentos no solo acaban con una vida, sino que también se están poniendo en peligro ellas mismas. No permitas que esto te pase, actúa responsablemente, pues aunque Mariana se encuentra bien, tú podrías NO correr con la misma suerte !Protégete!
REFLEXIÓN
Oye mami, no te acuestes, apenas son las 2 de la tarde, es muy temprano para irse a la cama aparte, no tengo nada de sueño, quiero seguir jugando con mis manitas.
¡Ay, ah! ¿Qué hace ese tubito en mi casita?
¿A poco es un juguete nuevo? ¡Oigan!
¿Por qué están succionando mi casa?
MAMI! ¡Esperen! Esa es mi manito!
Señor, por qué me la arrancan? ¿Que no ve que me duele? ah! Mami defiéndeme!
Mama…ayúdame! ¿Que no ves que todavía estoy muy chiquito y no me puedo defender?
Mami, mi piernita, me la están arrancando! Por favor diles que ya no sigan, te lo juro que ya me voy a portar bien ya no te vuelvo a patear. ¿Cómo es posible que un ser humano me pueda hacer esto? Va a ver cuándo sea grande y fuer…ah…Mami, ya no puedo más, ay…mami…mami…ayúdame…
Mami, han pasado ya 17 años desde aquel día, y yo desde aquí observo como todavía te duele esa decisión que tomaste.
Como esta hay miles de historias reales sobre la existencia de los milagros, casos documentados, si tu crees comparte este articulo para que mas gente tenga conocimiento sobre la existencia de Dios..
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