Los calambres musculares son un problema muy común. Todas las personas han sufrido o sufrirán algún calambre a lo largo de su vida, sin embargo, para muchos es una afección crónica.
Más allá de la fatiga, los calambres pueden tener una raíz más seria y hasta grave.
Un calambre es una contracción involuntaria de un músculo o de un grupo de ellos. Se manifiesta a través de un dolor punzante, de intensidad media a fuerte y provoca un endurecimiento en la zona. La mayoría de las personas sufren esta contracción cuando el músculo se fatiga o por una deshidratación luego de un duro entrenamiento.
En otras personas, este problema es mucho más recurrente y sin una causa aparente. Los dolores se hacen más frecuentes durante la noche obligando al paciente a despertar, levantarse y andar. Esto, a su vez, genera problemas de sueño y de descanso. Los calambres musculares nocturnos, tienen otra particularidad: la mayoría de las personas que los padecen llevan una vida cotidiana sedentaria. Ambos sexos son propensos a sufrirlos, aunque las probabilidades aumentan después de los 50 años.
Si deseas saber por qué ocurren los calambres musculares y cómo evitarlos, te contamos todo lo que deseas saber
El SPI se manifiesta por movimientos involuntarios y sensación de hormigueo, no hay contracción de un músculo, ni dolor localizado.
Si mueve la pierna padeciendo SPI sentirá un alivio en el síntoma, mientras que con los calambres sentirá mayor dolor, sólo debe estirarla.
¿Por qué ocurren los calambres musculares? ¿Cómo evitarlos?
Si bien son variadas las causas que pueden originar calambres nocturnos, existen ciertos factores relacionados directamente y algunas condiciones médicas que favorecen su aparición.
1. Factores relacionados a los calambres musculares:
- Permanecer parados durante mucho tiempo, en una posición casi estática. El piso de concreto puede empeorar el cuadro.
- Sobre exigencia de los músculos de las piernas.
- Sentarse por tiempo prolongado en una posición inadecuada.
2. Condiciones médicas que favorecen la aparición de calambres:
- Parkinson,
- Alcoholismo,
- Deshidratación,
- Embarazo,
- Problemas neuromusculares,
- Por el consumo de diuréticos o estatinas (medicación para bajar el colesterol en sangre),
- Problemas en la estructura del cuerpo: pie plano, mala postura, etc.
- Enfermedades endócrinas.
¿Cómo prevenirlos?
- Mantén el cuerpo siempre bien hidratado.
- Bebe 2 litros de agua diariamente y aumenta la dosis si entrenas o sufres un día de mucho calor.
- Mantén una dieta rica en magnesio, potasio y calcio ya que la deficiencia en estos minerales suelen desencadenar cuadros de calambres musculares.
- Coloca calor en la zona más afectada. Utiliza almohadillas térmicas o ten una bolsa de agua caliente siempre lista al ir a dormir.
- Consume castaño de indias para mejorar la circulación sanguínea.
- Intenta con terapias alternativas como acupuntura o reflexología.
- Procura utilizar calzado cómodo y evitar los tacones.
- Practica ejercicios de estiramiento antes de ir a dormir.