Luego de tantos artículos nuestros estamos seguros que algo sí aprendieron: Lo natural es siempre lo mejor. Y es que muchas veces la solución a todos nuestros problemas de salud se encuentran en la naturaleza, lo que ocurre es que debido a distintos factores nosotros nos acostumbramos a siempre pensar en una farmacia en vez de pensar en cosas naturales.
Si se trata de nuestra alimentación existen cantidades y cantidades de alimentos naturales que son maravillosos para nuestra salud que incluyéndolos en nuestra dieta diaria podemos obtener grandes beneficios simplemente disfrutando de su sabor.
Las que particularmente son más sencillas de conseguir y a la vez consumir son las frutas, aparte de su facilidad de consumo, su gran variedad de opciones y sabores la convierten en la primera referencia para los médicos a la hora de recomendar algún alimento a sus pacientes.
Cuando hablamos de frutas las personas tienden a pensar en manzanas, peras y ese estilo de alimentos que son los más populares y es que ciertamente son muy buenos para la salud, pero hay uno en particular que en muchas ocasiones es ignorado y la realidad es que es excelente para nuestro cuerpo por más de un motivo, estamos hablando de la papaya o más específicamente, las semillas de la papaya.
Conoce los beneficios de la semilla de la papaya
Entre sus principales beneficios tenemos:
Nos ayuda a quemar la grasa
Las semillas previenen que nuestro cuerpo almacene excesos de grasa y azúcares innecesarios, además, acelera el metabolismo y la digestión.
Mejora la salud intestinal
La gran cantidad de enzimas proteolíticas que contienen estas semillas hacen que eliminen parásitos y sus huevecillos.
Protege tus riñones
Las semillas protege tus riñones de infecciones, si posees alguna infección, debes consumir 7 semillas de lechosa unas 3 veces al día.
Combate la cirrosis hepática
De hecho, cualquier enfermedad relacionada con el hígado, incluso te vamos a recomendar un remedio que puedes preparar para tu hígado con semillas.
Muele o tritura 5 semillas de papayas secas hasta que se hagan polvo, a este polvo agrégale una cucharada de zumo de limón. Esto lo consumes 2 veces al día durante un mes.
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